LA GALLEGA ESTABA SEGURA DE TENER PLAZA
Portela se alegra por participar en los JJ.OO.
"Me llevé un gran disgusto en Hungría porque quería estar en la final A, a lo que se ha sumado no haber conseguido la clasificación con el K-4, pero sabía que ganando la final B tendría plaza"
La gallega Teresa Portela ha declarado que ya puede "acabar de respirar", después de que la Federación Internacional de Piragüismo (FIC) confirmara la relación de las embarcaciones que han conseguido la clasificación para los Juegos Olímpicos de Londres, donde habrá tres barcos españoles.
La pontevedresa, en declaraciones telefónicas a EFE, ha mostrado la "enorme alegría" que siente al saber que podrá competir en la que será su cuarta cita olímpica, tras haber tomado parte en Sydney 2000, Atenas 2004 y Pekín 2008.
Portela, protagonista de la única plaza conseguida por el kayak femenino español para Londres 2012, donde los canoístas David Cal y Alfonso Benavides acaparan los otros dos pasaportes logrados por el equipo nacional, albergaba la esperanza de que su triunfo en la final B de K-1 200 en el reciente Mundial le otorgara el pase, en principio restringido a las ocho primeras embarcaciones.
"Me llevé un gran disgusto en Hungría porque quería estar en la final A, a lo que se ha sumado no haber conseguido la clasificación con el K-4, pero sabía que ganando la final B tendría plaza", ha señalado la gallega.
Conocedora de que la presencia en 500 y 200 metros de la ucraniana Inna Osypenko y la portuguesa Teresa Portela, casualmente con su mismo nombre y apellido, podía ampliar el número de plazas clasificatorias en 200, la gallega afirma disfruta la noticia de la confirmación de la plaza, que como en el resto de los casos, los palistas consiguen para su país pero no es nominal.
En el repaso a sus anteriores participaciones olímpicas, Portela recuerda Sydney 2000 como un "premio" que recibió cuando tenía 18 años para competir de K-1 500, donde fue séptima en final B, y donde sentía que "no tenía ningún tipo de responsabilidad".
Cuatro años más tarde, en Atenas, que resolvió con dos diplomas olímpicos en K-2 y K-4 500, tuvo la sensación de que "ya no era ir a disfrutar", y en sus últimos Juegos, en Pekín, se quedó "fuera de la final en K-1" y repitió el quinto puesto en el K-4, embarcación que aspiraba a estar "más cerca del podio".
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